Cuando alrededor de los ojos tenemos bolsas, ojeras, párpados caídos, tenemos un aspecto de cara cansada cuando en realidad no lo estamos ya que con el paso de los años se va perdiendo esa piel tersa y comienzan a aparecer manchas y arrugas. Gracias al nuevo tratamiento resurfacing láser Co2 fraccionado permite reemplazar la piel de la zona dañada por arrugas, manchas o cicatrices, por nueva piel fresca, radiante y sana.

Eliminar estos signos de la región periocular tiene un efecto rejuvenecedor muy potente y para ello nos apoyamos en la tecnología más revolucionaria para conseguir recuperar la frescura en tu mirada: el láser de CO2.

En The Cliniq contamos con la plataforma láser más avanzada del mercado (LUMENIS M22) para conseguir resultados más precisos con menos inflamación y con un período de recuperación después del tratamiento más corto y cómodo para el paciente.

¿Qué es el resurfacing láser CO2?

El láser CO2 fraccionado es una técnica segura y eficaz que consiste formar nueva piel después de retirar las capas más externas mediante el uso de un láser.

Este tratamiento evapora las capas más superficiales de la piel y calienta las capas más profundas. De esta forma, provoca la sustitución de las células envejecidas y estimula la producción de colágeno. No tiene los efectos secundarios de los láseres de CO2 tradicionales y es una excelente opción para el rejuvenecimiento facial, el tratamiento de las estrías, el tratamiento de las cicatrices y el tratamiento de las manchas de la piel.

¿En qué consiste el tratamiento de resurfacing periocular mediante láser CO2?

Antes del tratamiento es necesario realizar un examen oftalmológico y un examen de la zona palpebral y periocular.

Se trata de un procedimiento que se realiza de manera ambulatoria.  Se aplica una crema anestésica en la zona a tratar y espera que actúe de 15 a 30 minutos.

Transcurrido este tiempo se retira la crema, se aplica una solución antiséptica y comienza con la aplicación del láser de CO2 adaptándolo a las necesidades de cada paciente.

El láser de CO2 emite energía a las capas más profundas de la piel y ésta queda retenida en el agua intracelular que genera una vaporización y produce un calor capaz de contraer el colágeno.

El tratamiento tiene una duración estimada de 15 a 30 minutos y los resultados comienzan a verse pasadas 24 horas, aunque no es hasta las 4 o 6 semanas cuando se aprecia el resultado del tratamiento por completo.